Es un pequeño espacio con buena luz. Me ha costado unos meses entrarle por completo, fluir en él. Ahora empiezan a suceder muchas cosas, empiezan a mezclarse lo cotidiano con los recuerdos, con la realización de un cuadro, de unas ilustraciones de un libro, de algunas ideas escritas. Empieza a pasar la vida por él.
Por pequeños momentos el taller está ordenado, el resto del tiempo se acumulan tazas de té, galletas, materiales, revistas y libros que me sirven de referencia, manchas y a veces amanecen algunos bichos voladores por ahí. Cuando termino un trabajo me gusta recogerlo todo y limpiarlo muy bien, me da la sensación de que también estoy refrescando mi mente, que estoy acabando con la saturación.
Este es mi primer taller, aquí debe comenzar todo. Este es mi proceso de inicio, de creación. Seguramente va a haber algunas sorpresas, en especial porque no tengo idea de lo que va a ocurrir.
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